2008-10-01

La paz de la soledad
















Cada día yo paso por el estanque donde mis importantes amigos de la naturaleza viven. Esta adición del estanque del barrio de Denison en Jardine ayuda a crear una idea central de la comunidad con ellos. Nuestros rituales cotidianos donde nos encontramos unos con otros definen nuestras relaciones.
En la mañana la vida del estanque que me rodea por todos lados despierta mi cuerpo. Oigo el silencio del estanque durmiendo. Las blancas sillas me reciben con los brazos abiertos. Veo rápidamente los nenúfares flotando y el ornamental césped vertical quienes me saludan con las cabezas. Los arbolitos me saludan fuerte con sus manos pequeñísimos. Siento la tierra espléndida que me jala a la fundación de piedra con un abrazo ligero. Las cigarras chiquitas me llenan con sus canciones amorosas. Pruebo las gotas de rocío de la mañana a través del aroma en el aire. El viento suave y yo nos damos una reverencia uno al otro. Oigo las onditas del estanque llamando mi nombre. Ellas me susurran los secretos de la noche y sus dulces sueños. Estoy lista para una mañana nueva.
Cuando yo vuelvo por la noche, me reciben bien otra vez. La pagoda de madera me da una calurosa acogida. Huelo las emociones del aire liviano y los entusiasmos en todo el lugar. El sabio estanque me da la luz en el centro del gran corazón. Oigo los arbolitos jugando a en la derecha. Cuando me ven, ellos dejan de jugar y me saludan con las manos pequeñísimas llenas de energía. El viento suave me llama con su bella voz y me da los besos en la mejilla. Siento el calor irradiando de las grandes piedras quienes lo salvan todo el día para mí. Las menudas luces iluminando la farola me acompañan a través del sendero. Veo las blancas sillas, me hacen señas para que vaya a sus lados. Les doy mis respetos y ellos me dan sus bendiciones. La fuente central del estanque se alegra mucho con mi vuelta. Mi aura extiende en un baile de felicidad al cielo con el agua de la fuente. Las flores rodeando el estanque me abrazan con sus aromas. Charlamos sobre nuestras propias aventuras y la gente a quienes conocimos. El cielo me cubre con una cortina negra de terciopelo llena de estrellas brillantes.
Este lugar es como mi propio mundo. Cuando yo entro por el portal del arco, empiezo el proceso de liberarme de mis preocupaciones. Paso más tiempo ahí cuando yo tengo un día difícil porque yo puedo procesar mis numerosos problemas y preocupaciones. Traigo mis tristezas y frustraciones del mundo de afuera a mis amigos naturales. Yo sé que ellos no pueden eliminarlas, pero siento que en esos momentos ellos absorben todos mis problemas y me reflejan esperanza, fe, tranquilidad y fuerza a mí. Ellos alivian los problemas a través de la calma vista y la comunicación de nuestras almas. A veces me siento por la noche en las blancas sillas que rodeo el estanque antiguo en la paz de la soledad.


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