“Hermosos paisajes”

El estado de Kansas es bien conocido por sus hermosas praderas escénicas, pero es lo que se esconde dentro de las colinas rodantes que no tiene chance de presumirse. Uno de esos lugares escondidos se encuentra a diez millas de Manhattan, Kansas y se llama Pillsbury Crossing.

El viaje está acerca de diez minutos pero en cuanto llegue, vale la pena. Pillsbury Crossing es un puente de trozo natural hecho de piedra caliza que fue utilizada por colonizadores para cruzar Deep Creek y termina en una cascada que mide aproximadamente 40 pies de ancho con una gota de 5 pies; todo esto es localizado en el Condado de Riley, Kansas. Sobre Pillsbury Crossing, Deep Creek desemboca en el Río de Kansas siendo responsable por la creación de la cascada. En el verano, porque el agua es poco profunda, se siente como el agua caliente en una tina. Los vehículos pueden pasar sobre las varias pulgadas de agua y gente puede entretenerse en el sol mientras el agua refresca los pies. Durante el flujo normal de la corriente, uno se puede meter al agua profunda en canoa, kayak o tomar un barco pequeño; pero cuidado, que cercas de toda esta naturaleza, es imposible no cruzar fauna. El agua poco profunda y el bosque atraen castores y pájaros que cantan y juegan sobre todo el terreno de Pillsbury Crossing. Pero no se preocupen si deportes, fauna o el sol no es lo que buscan hacer; también se puede pescar, pasearse por el camino del bosque o campar en áreas designadas cerca de la cascada.

En el invierno, Pillsbury Crossing es muy diferente al verano: los árboles parecen palos que apenas perduran y el agua se baja tremendamente. Porque el agua baja, poca agua cruza las piedras y la cascada ruega por vida. Los pájaros dejan de cantar y los castores duermen en sus prospectivas casas. El bosque parece como una escena obtenida de una película espantosa. El agua es fría como la nieve que rodea la cala y cubre la tierra. A cambio, en la primavera todo es diferente y los animales salen de esconderse, empezando todo nuevamente. Los árboles cambian su rosto encuerado cubriéndolo con hojas anchas y verdes. La tierra se cubre de zacate y el trozo natural de la piedra caliza se rellena de agua. Las flores amanecen con el sol y los peces reproducen de nuevo. Pillsbury Crossing se llena de vida tanto bajo la tierra como en el cima de los arboles.

Pero no se desalienten en ir a Pillsbury Crossing en el invierno a causa de mis comentarios, porque hay días que los rayos del sol están fuertes sobre Pillsbury Crossing. Yo prefiero ir en el verano porque no sólo está lleno de vida sino también es uno de los más fascinados escénicos en Manhattan. Lo mejor de todo es que no cuesta nada para ir a visitar Pillsbury Crossing, pero lo que ganaran será tremendo: una experiencia zen.